Me gustaría compartir con vosotros los pensamientos que escribí tras nuestra grabación en Jordania, otro de los destinos que me llevo en el corazón.
Jordania, Inshallah…
 
La primera vez que vi a María, me impactó su mirada sonriente. Nos saludamos como si nos conociéramos de toda la vida. Sus ojos verdes brillaban con una felicidad contagiosa. Hablamos durante cinco horas. Me contó su cambio de vida. En apenas año y medio, se había enamorado de Atela, un beduino que nació, como el resto de sus nueve hermanos, en una cueva en el corazón de Petra; se habían casado y ahora estaba embarazada. Será una niña. Me habló de las tradiciones jordanas, de cómo fue su boda, del contrato prematrimonial, se casaron por la cantidad simbólica de un dinar, de sus proyectos de futuro, de la Fundación para mujeres jordanas. Hasta hace poco, María trabajaba en Canarias como administrativa y hoy vive entre camellos y cabras, come con las manos y vende artesanía en la Ciudad Rosada. Y el dinero que ganan, se lo dan a las familias más pobres. Y todo lo cuenta con la naturalidad de quien te dice cómo le ha ido el día.   
Es una mujer muy valiente. Como ella decía, ha aprendido a ser feliz sin nada. “Y seré feliz cuando vea reír a mi hija, corriendo descalza por el desierto y comiendo con las manos”. Y siempre sonríe. Da gusto verla. ​​​​​​​
Así, entre charla y charla, llegamos a Petra. Son las ocho de la mañana. Sabíamos que la tienda de María estaba en el Monasterio, en lo más alto de Petra pero no nos imaginábamos lo que eso suponía. Estuvimos 12 horas caminando, parando, grabando, a pleno sol. Un ascenso de casi mil escalones. Pobre Jesús (mi compañero cámara), subir… bueno, pero subir y grabar al mismo tiempo… Nosotros estábamos destrozados así que imagínense a una mujer embarazada de 5 meses. Si llego a saberlo, no lo hubiera permitido. Se nos hizo de noche en la cima. Ya no quedaba nadie en Petra. Y había que bajar esos mismos escalones, sin luz y con riesgo de resbalón. Mi compañero Jesús nos alumbraba con el pequeño foco de la antorcha de la cámara. Con cuidado y muy despacito llegamos abajo. Y María siempre con su eterna sonrisa. Esta mujer es increíble. Y su marido, Atela, el hombre más paciente del universo.
María ya es beduina y es la beduina más feliz del planeta. Sé que mantendremos el contacto por mucho tiempo... Su niña vivirá y crecerá igual de valiente y radiante que su madre. Y que su suegra. No lo he comentado pero la madre de Atela, a mí, me tocó el alma. Su serenidad, el cariño hacia sus nietos, su respeto, su elegancia... aprendí mucho de ella y espero volver a verla algún día... Su piel estaba curtida por el sol y, a pesar de ello, me pareció una mujer bellísima, sus manos eran duras como la roca y las más suaves cuando acariciaban las mejillas de su nieta. Sus enormes ojos negros desprendían calor. Nos abrió las puertas de su casa, compartió su comida, nos dio el cariño que se le da a la familia. La última noche, cuando nos estábamos despidiendo, se levantó y se quitó la cadena que llevaba colgada del cuello. Me la estaba regalando… No podía aceptarla pero no quería ofenderla. María me aconsejó que la aceptara. La llevaré siempre conmigo…
El pueblo jordano es hospitalario, acogedor, bromista y muy amable. Yo me he sentido en casa. Porque somos muy parecidos. Como decía Shibly, el marido de Ana, fueron ochocientos años de convivencia en Al-Andalus, somos más hermanos de lo que creemos. O Guzmán que nos descubrió un plato igualito a la paella. Y el quejío flamenco, que como nos decía Xabi, dónde tiene su raíz?
Esta era mi segunda vez en Jordania. La primera vez me impactó su belleza natural y su historia... Esta vez, me llevo a su gente.
Un amigo dice que, en este trabajo, sólo te da tiempo a rozar con los dedos cada destino al que vamos, que cuando parece que tomas conciencia de dónde estás, ya tenemos que regresar, pero esta vez, creo que yo he metido la mano entera y me he llevado un pedazo de Jordania.
Lo digo con el corazón, merece la pena conocer esta tierra. Si estáis pensando en ir a Jordania, no podéis perderos la experiencia de pasar la noche en el desierto de Wadi Rum. Dicen que es el más bello del planeta y estoy de acuerdo. Pero lo que más me gustó fue conocerlo de la mano de Xabier y Teresa. Ellos son geniales. Él no paraba de hacer bromas, ella tan tímida como una niña pero al final, también se soltó. Nos presentaron a Aburaed y Amjad, dos beduinos divertidísimos. No sabéis el partido que le sacaban a las diez frases que conocen del español. Usaban las dunas como toboganes. Montados en 4x4. Jed era el mejor conductor...  Y era el nuestro. No paramos de reír. Esa noche fue muy especial. Tuvimos problemas con el ordenador, no se descargaban las imágenes. Jesús, el pobre, ni cenó. Era la una de la madrugada, teníamos que levantarnos a las 5 para grabar el amanecer, todo el mundo estaba cansado pero nos esperaron como campeones. Si vais, pedidle que os hagan el juego de las cuerdas. Es genial. Ahí va su email porque su campamento es el más auténtico: amjadsab1@hotmail.com.
Ah, y quiero agradecer la ayuda de www.descubrejordania.com. Hablamos con ellos cuando estábamos organizando el programa y se volcaron para que los españoles residentes en Jordania se enteraran de que íbamos. Gracias a los que mantenéis al día esta web porque es interesantísima y muy completa. Pero sobre todo quiero dar las gracias por habernos ayudado a conocer a gente tan maravillosa como nuestros españoles en Jordania... No os podéis imaginar cuánto nos impactaron sus experiencias, sus sentimientos y su calor... Yo me llevo la luz de los ojos de María, su felicidad y el brillo suave de su mirada. Lo mismo me pasó con Pilar, qué energía y qué amor de mujer, igual que Ana u Omar, Inma, Xabi y Teresa y sus amigos AbuRaed y Amjad... El pueblo jordano es maravilloso. En fin, que mi compañero Jesús y yo nos sentimos unos privilegiados por haber compartido tanto con gente tan increíble... Sé que en tan poco tiempo no se puede mostrar ni la décima parte de lo que nos hubiera gustado pero espero que hayamos podido transmitir un pedacito del calor que ellos nos dieron a nosotros... Gracias a ellos y gracias a vosotros por ayudarnos... ​​​​​​​
Por cierto, hace unos días me escribió María… Su hija se llamará Anud, significa “mujer constante y perseverante”. No podía haber elegido mejor nombre. Es precioso, María. A estas alturas estará a puntito de llegar… Bienvenida al mundo, Anud. ¡Mucha suerte! Espero verte pronto… ¡Inshallah!
Han pasado ya algunos años desde que escribí esas palabras, las leo y recuerdo cada instante y una sonrisa tonta se dibuja en mi cara. Fue muy especial. Hoy me gustaría añadir que Anud es una niña preciosa que ahora tiene una hermana, Maryam, tan bonita como ella y que ambas han heredado esa maravillosa energía de su madre y los intensos ojos negros de su padre, que son una familia preciosa que se aman con locura, que irradian mucho amor y que estoy muy orgullosa de sentirles tan cerquita aunque no vivamos nada cerca. Es curioso como a veces puedes sentirte tan próximo a alguien en un sólo instante y saber que esa conexión estará ahí para siempre.
Mi recuerdo más sincero y todo mi cariño también para la madre de Atela, sin duda, la mujer más elegante que he conocido, descanse en paz.
Besos también al resto de mis españoles en Jordania, todos fueron alucinantes aunque mi María se me clavó en el corazón… ​​​​​​​
Sucran, Jordania! Siempre!!!
I would like to share with you all the post I wrote after the docu tv show we shoot in Jordan, another of the destinations I carried deeper in my heart.
Jordan, Inshallah...
The first time I saw Maria, I was struck by her smiling gaze. We greet each other as if weve known each other forever. Her green eyes sparkled with contagious happiness. We talked for five hours. She told me about her life change. In barely a year and a half, she had fallen in love with Atela, a Bedouin who was born, like the rest of her nine brothers, in a cave in the heart of Petra; they had married and she was now pregnant. It will be a girl. She told me about Jordanian traditions, about how their wedding was, about the traditional premarital contract, they got married for the symbolic amount of one dinar, about their future projects, about the Jordanian Women Foundation. María worked in the Canary Islands as an administrative officer not long ago and today she lives among camels and goats, eats with her hands and sells handicrafts in Petra, the Ciudad Rosada. And the money they earn, they give to the poorest families. And she explains everything with the naturalness of someone who tells you how the day went.
She is a very brave woman. As she said, she has learned to be happy with nothing. "And I'll be happy when I see my daughter laughing, running barefoot through the desert and eating with her hands." And she always smiles. It´s so beautiful to see her like that.
So, between talk and talk, we arrived at Petra. It's eight in the morning. We knew that Maria's shop was in the Monastery, at the top of Petra, but we didn´t imagine what that meant. We spent 12 hours walking, stopping, recording and walking again upstairs in full sun. An ascent of almost a thousand steps. Poor Jesus (my camera buddy). And if we were tired so imagine a 5-month-pregnant woman. If I knew it, I wouldn't have allowed it. It made us night at the top. There was no one left in Petra. And you had to go down those same steps, without light and at risk of slipping. My colleague Jesus was lighting us with the small focus of the camera torch. Carefully and very slowly we reach the bottom. And Maria always with her eternal smile. This woman is amazing. And her husband, Atela, the most patient man in the universe.
Maria is already a Bedouin and is the happiest Bedouin on the planet. I know we will keep in touch for a long time... Her girl will live and grow just as brave and radiant as her mother. And that her mother-in-law. I havent said anything, but Atela's mother touched my soul. Her serenity, the love for her grandchildren, her respect, her elegance ... I learned a lot from her and I hope to see her again someday ... Her skin was tanned by the sun and, despite this, she seemed to me a beautiful woman. Her hands were rock hard and the softest when they caressed her granddaughter's cheeks. Her huge black eyes gave off heat. She opened the doors of her house for us, shared her food, gave us the affection that is given to the family. Last night, when we were saying goodbye, she got up and took off the chain around her neck. She was giving it to me… I couldn't accept it but I didn't want to offend it. Maria advised me to accept it. I will always carry it with me...
The Jordanian people are hospitable, welcoming, joking and very friendly. I have felt at home. Because we are very similar. As Shibly, Ana's husband, said, there were eight hundred years of living together in Al-Andalus, we are more brothers than we think. Or Guzmán who discovered a recipe just like paella. And the flamenco quejío as Xabi told us, where does it have its roots?
This was my second time in Jordan. The first time I was struck by its natural beauty and its history ... This time, it was its people.
A friend says that, in this work, you only have time to brush your fingers with each destination we go to, that when it seems that you become aware of where you are, we have to go back, but this time, I think I've reached in Whole and I have taken a piece of Jordan.
I say this with my heart, it is worth knowing this land. If you are thinking of going to Jordan, you cannot miss the experience of spending the night in the Wadi Rum desert. They say it is the most beautiful on the planet and I agree. But what I liked the most was going there with Xabier and Teresa. They are cool. He didnt stop making jokes, she as shy as a girl but in the end, she also let go. We were introduced to Aburaed and Amjad, two hilarious Bedouins. You dont know the party they got from the ten sentences they know in Spanish. They used the dunes as slides. Mounted in 4x4. Jed was the best driver ... And he was ours. We can't stop laughing. That night was very special. We had computer issues, footage was not downloading. Jesus, poor thing, didnt eat dinner because of that. It was one in the morning, we had to get up at 5 to record the sunrise, everyone was tired but they waited for us like champions. If you go, ask them to play the game of the ropes. It's great. Here is his email because his camp is the most authentic: amjadsab1@hotmail.com.​​​​​​​
Oh, and I want to thank the help of www.descubrejordania.com. We talked to them when we were pre-producing the tv show and they went out of their way to let the Spanish residents of Jordan find out that we were going. Thanks to those who keep this website up to date because it is very interesting and very complete. But above all, I want to thank you for helping us meet such wonderful people as our Spanish in Jordan ... You cannot imagine how much their experiences, feelings and warmth impacted us ... I take the light from my eyes Maria, her happiness and the soft shine of her gaze. The same thing happened to me with Pilar, what energy and what woman love, just like Ana or Omar, Inma, Xabi and Teresa and their friends AbuRaed and Amjad ... The Jordanian people are wonderful. Anyway, my colleague Jesús and I feel privileged to have shared so much with such incredible people ... I know that in so little time not even a tenth of what we would have liked could be shown but I hope that weve been able to transmit a little bit of the warmth they gave us ... Thanks to them and thanks to you for helping us ...
By the way, a few days ago Maria wrote to me… Her daughter will be called Anud, which means “constant and persevering woman”. There is no better name. It´s beautiful, Maria! By now you will be on the verge of arriving... Welcome to the world, Anud. Best luck! I hope to see you soon ... Inshallah!
It's been a while since I wrote those words, I read them and remember every moment and a silly smile is drawn on my face. It was very special. Today I would like to add that Anud is a beautiful girl who now has a sister, Maryam, as beautiful as her and that both have inherited that wonderful energy from their mother and the intense black eyes of their father, who are a beautiful family who love each other with madness, that they radiate a lot of love and that I am very proud to feel so close to them even though we do not live close by. It's funny how sometimes you can feel so close to someone in a single moment and know that this connection will be there forever.
My most sincere memory and all my affection also for Atela's mother, without a doubt, the most elegant woman I have ever known, rest in peace.
Kisses also to the rest of my Spaniards in Jordan, they were all amazing, although my Maria stuck in my heart ...
Sucran Jordania!!!